William Steig (1907-2003) escribió e ilustró su primer libro para niños en 1968, cuando ya era un escritor, pintor y escultor famoso. Uno de sus álbumes más reconocidos es Irene la valiente, que se ha publicado hace poco en España.
La madre de Irene es costurera y acaba de terminar un traje para la duquesa. Pero enferma y no puede llevárselo. Como corre prisa, Irene se ofrece y, a pesar del viento, el frío, la nieve, que se tuerce un tobillo…, acaba llegando y entregando el traje. La duquesa se admira de que, con ese tiempo de perros, haya conseguido siquiera llegar.
Steig confiesa que no puede concebir un libro para niños que no sea optimista. Y, en efecto, sus libros son siempre positivos y divertidos, y tienen unos finales gozosos para el lector pequeño. Su estilo es directo, su humor parece ingenuo pero es incisivo, y sus ilustraciones son sencillas y eficaces. Esto se aprecia en esta historia, que no es bromista como otras suyas, pero que tiene una protagonista de coraje inolvidable y es una bonita historia de amor entre padres e hijos.
[…] del relato, más o menos uno cada doble página. Igual que dije al hablar, hace unos meses, de Irene la valiente, este nuevo libro ejemplifica bien el optimismo y el espíritu peleón que siempre respiran sus […]
[…] ya dije al comentar Irene la valiente, los libros de Steig son siempre optimistas y tienen desenlaces satisfactorios para los lectores […]