John Burningham no es sólo un gran ilustrador sino un excepcional autor de álbumes: sabe sacar el máximo partido a la peculiar interacción que se da en ellos entre texto e ilustraciones. Tira del lector hacia delante para ver qué viene después y a la vez le detiene para que contemple las imágenes. Usa textos escuetos y carga el peso de la narración en las ilustraciones. Normalmente centra el núcleo de lo que quiere transmitir en el contraste entre lo que dice y lo que muestra. Recurre a la ironía o al buen humor según lo pida la historia y accede por igual tanto al mundo del niño como al del adulto.
La excursión del señor Gumpy cuenta y muestra cómo distintos animales van pidiendo sucesivamente al señor Gumpy que les invite a subirse a su barca y él accede aunque la embarcación va cargándose peligrosamente… En este álbum el autor emplea unas ilustraciones basadas en dibujos con líneas de colores y elaboradas con una técnica mixta. Lleva ilustraciones a color en la página derecha, de cada nuevo pasajero, y dibujos más pequeños en blanco y negro en la izquierda donde se ve la barca según va cargándose. El momento cumbre se muestra con una ilustración a doble página. Además, cada nuevo pasajero es pintado de manera diferente, unos más con pintura y otros más con dibujo, unos más y otros menos definidos contra el fondo…; y también el colorido de las ilustraciones muestra la evolución de la soleada mañana del principio hacia la noche del final. El argumento tiene un excelente desenlace.
