Entre los muchos relatos que hablan hoy de amigos invisibles es destacable, por sus acentos originales y su calidad literaria, El lobo de arena, de la escritora sueca Åsa Lind (1958-).
Sus protagonistas son una sensible niña llamada Zackarina que vive, con sus padres y su sabio amigo imaginario, en una casa junto a la costa. Los quince capítulos del libro cuentan, de forma reflexiva y divertida, y a veces poética, episodios de vida cotidiana de la heroína, sus padres y el lobo de arena, un ser cuyas observaciones hacen ver la realidad a Zackarina de otra manera, y que a veces incluso parece intervenir para que algunas cosas cambien.
La autora demuestra comprender el mundo interior de los niños, el curso realista e imaginativo que muchas veces toman sus pensamientos y reacciones ante lo que dicen o hacen sus padres, que aquí, en esta novela, siempre acaban siendo amables y comprensivos con la chica por más que, algunas veces, estén distraídos o no entiendan lo que le pasa.