Inicio + 09 años Margo Maloo

Margo Maloo

Los espeluznantes casos de Margo Maloo, de Drew Weing, es una novela gráfica que su autor comenzó a publicar en internet y que luego se convirtió en un gran éxito editorial.

Comienza cuando la familia de Charles acaba de mudarse a Eco City y se instalan en un antiguo edificio, algo siniestro, en el que les permiten vivir a cambio de que su padre se dedique a reparar los pisos deteriorados. A Charles, un chico con aficiones periodísticas, le parece ver un monstruo por la noche. Cuando conoce a Kevin, un vecino del barrio, este le recomienda que contacte con Margo Maloo, una mediadora de monstruos que siempre sabe cómo tratarles y cómo actuar. Charles lo hace y comienza su relación con Margo. En el primer episodio, «Metrópolis monstruosa», Charles es amenazado por un trol; en el segundo, «Un fantasma en el periódico», ha de hacer frente a unos fantasmas; en el tercero, «Un bebé ogro en peligro», es acusado por los ogros de haber secuestrado a uno de sus bebés. Al final hay unas explicaciones sobre qué clase de seres son los Fantasmas, los Trasgos, los Ogros y los Troles.

La narración gráfica es excelente: se sigue bien, tiene mucho colorido, está llena de detalles. Tienen tirón los escenarios, de una ciudad abigarrada y caótica, y todo el submundo de seres especiales, que viene a ser una ciudad paralela. Los personajes tienen gracia y están bien definidos. El guión está bien armado y los diálogos son vivos. La heroína transmite seguridad total, por lo que incluso quienes temen las narraciones un tanto góticas, seguramente se sentirán cómodos. Charles tiene un papel de comparsa y combina tanto el papel de asustado torpe como el de chico imprudente y entrometido.

Los personajes continúan sus aventuras en Margo Maloo y los chicos del centro comercial. Después de una introducción donde se resume lo contado en el libro anterior, hay dos capítulos —«Burlas en la buhardilla», donde sabemos que los monstruos están amenazados y que por eso deben permanecer escondidos, y «Los chicos del centro comercial», donde unos vampiros están asustados de una pandilla de chavales—, un epílogo, y un apéndice con explicaciones sobre distintos tipos de monstruos (esta vez, Masas, Diablillos, Gente lagarto, Vampiros). Es una narración que no añade ningún elemento novedoso al primer volumen, en el que se aprecia de nuevo la calidad de la narración gráfica: cuidados fondos, tanto de ambientes urbanos como de interiores de distinto tipo, personajes muy dinámicos que siempre se desplazan rápidamente, mucho juego de sombras y de contrastes entre colores brillantes. Los guiones son previsibles pero están bien y gustarán a muchos lectores a quienes no asusten estos seres tan raros. Al final, se podría decir que el objetivo de historias como estas es parodiar los miedos imaginarios y, tal vez, desactivar los problemas que pueden tener algunos con este tipo de monstruos…

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