Ariol

Aunque buena parte de sus golpes de humor serán más apreciados por los más mayores, son cómics excelentes para pequeños los de Ariol: un burrito como tú y como yo, Ariol: el Caballero Caballo, y Ariol: Amigos del alma, ilustrados por Marc Boutavant con guiones de Emmanuel Guibert.

Los tres contienen doce o trece relatos. El protagonista es un burrito llamado Ariol y los demás personajes son sus compañeros de clase, cada uno un animal humanizado distinto. Algunos episodios tienen que ver con la fascinación de Ariol y sus amigos con Caballero Caballo, un superhéroe. Otros, con algunas «películas» imaginativas que Ariol se monta. Los hay relacionados con su vida colegial, con los comentarios que hacen Ariol y sus amigos sobre los profesores, o con sus travesuras y charletas en clase, o con el interés de Ariol por su compañera Pétula. También mantiene diálogos con sus padres: en uno, por ejemplo, su madre le hace ver que, siendo un burro, puede ser más listo que su compañero caballo Pánfilo. Es un acierto su amigo Ramono, un cerdo, un personaje con una forma de comportarse un tanto explosiva, igual que lo es su hermana mayor Porcina, que entra en acción en el tercer libro citado.

La narración discurre con fluidez a base de tres o cuatro viñetas por página. Hay humor en el dibujo de las figuras y en las situaciones: los autores consiguen presentar las cosas con una ironía sencilla y cordial, que facilita que, con naturalidad, los lectores, niños y adultos, se rían de sí mismos y aprendan a ver con amabilidad modos de ser distintos. Hay episodios que, argumental y gráficamente, son geniales de puro sencillo: Ariol en su cama, antes de dormir, mueve la figura del Caballero Caballo por encima de su colcha, «el desierto de cuadros», y en ese paisaje se imagina vívidamente las aventuras de su héroe.

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