Matilda

Matilda, una de las protagonistas más populares de Roald Dahl, es una chica sensible y brillante a la que sus padres no prestan atención. Es una gran lectora desde muy pequeña: «Los libros la transportaban a nuevos mundos y le mostraban personajes extraordinarios que vivían unas vidas excitantes». En un momento crítico descubre que tiene ciertos poderes extraordinarios que le servirán para ajustar cuentas con su odiosa profesora y sus repelentes padres.

Además del rechazo a todo autoritarismo en la educación y de la crítica feroz contra los padres que se desinteresan de sus hijos, el autor ataca una vez más el mal uso de la televisión y reivindica el valor de la lectura. El relato es valioso y, como es habitual en Dahl, muy ameno. Con todo hay que añadir que, al caricaturizar tanto a los padres y a la profesora de Matilda, la señorita Trunchbull, y convertirlos en personajes dickensianos un tanto repulsivos, a los ojos de muchos lectores resultará ejemplar el espíritu justiciero de Matilda.

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