Sapo y Sepo

Entre los libros de Arnold Lobel (1933-1987) para primeros lectores los más populares son los cuatro protagonizados por Sapo y Sepo: Sapo y Sepo son amigos, Sapo y Sepo inseparables, Sapo y Sepo un año entero, Días con Sapo y Sepo.

Cada libro contiene varios relatos cortos y todos tratan de algo que pasa entre Sapo y Sepo, más bajo e introvertido que Sapo, que a su vez es más optimista y práctico. El argumento de algunos da idea de su tono: Sapo escribe a Sepo, quejoso de no recibir nunca una carta; al igual que Sapo, Sepo quiere tener un jardín y para eso planta semillas en el suyo y se dispone a esperar que crezcan; Sepo hace unas pastas deliciosas e invita a Sapo; después de leer un libro, van en busca de dragones y gigantes; Sepo tiene un sueño en el que se convierte en un gran concertista; dan un paseo en trineo; buscan la primavera a la vuelta de la esquina; se hacen favores mutuos y se barren las hojas del jardín; Sepo espera a Sapo en Nochebuena… Uno de los mejores es cuando Sepo piensa en dejar las cosas para mañana, pues está muy bien en la cama pero, aconsejado por Sapo, finalmente decide hacerlas hoy… para poder dormir mañana. Otro trata de que Sapo regala un sombrero a Sepo por su cumpleaños y, como le queda grande, le aconseja a Sepo que llene la cabeza de ideas para agrandarla y que así le sirva el sombrero.

Lobel construyó sus relatos con palabras sencillas y frases cortas, que se repiten con gracia y oportunidad. Colocó ilustraciones en cada página, o cada dos páginas, que reprodujeran un momento de la historia. Empleó una gama de colores reducida, de apagados tonos verdes y cafés, para Sapo y Sepo. El resultado fueron unos relatos aparentemente simples, con un encanto ingenuo, y un humor cordial y burlón, que siempre hace sonreír, y a veces reír abiertamente. En el ámbito de los mensajes, Lobel anima a valorar las pequeñas cosas de la vida, induce a la comprensión de los distintos modos de ser, y, sobre todo, a valorar la amistad por encima de cualquier otra cualidad.